NAVIDAD A TRAVÉS DEL OLFATO

Aprovechando las fechas en las que estamos y en relación siempre a lo que más me apasiona de mi profesión que es la aromaterapia me apetece compartir con todos vosotros la navidad a través del olfato.

Te has preguntado alguna vez…

¿Como los olores transforman la magia de la Navidad?

¿Es para tí una experiencia sensorial que te despierta recuerdos?

¿Sientes que hay tradiciones olfativas que marcan una temporada?

¿Recuerdas olores que te invaden el corazón?

¿Hay aromas que conquistan todos tus sentidos?

¿Dirías que hay aromes que pintan de navidad cada hogar?

Los olores de navidad son un momento de conexión, de celebración, de nostalgia quizás y de esperanza, como un leve reflejo de lo que representa la Navidad.

Con cada fragancia podemos crear memorias que quedaran grabadas por nuestro sentido del olfato para siempre. Más allá de sus sonidos y colores, se vive muy intensamente a través de nuestra querida y estimada nariz. Pueden transmitir el espíritu de la misma sin necesidad de palabras. Algunos aromas nos recuerdan a la calidez del hogar, a la alegría o añoranza de nuestros seres queridos, a la esperanza de un futuro mejor etc…

Uno de los primeros olores que asociaremos es el del árbol de navidad, si es natural claro. El frescor de sus agujas y la resina del pino llenan el aire de una fragancia que evoca a la naturaleza y a la serenidad del invierno.

Y que me decís del olor de las galletas, turrones, pasteles… la cocina y los mercados navideños juegan un papel fundamental.  Galletas de jengibre, el roscón e reyes, el olor de canela, clavo, nuez moscada, vainilla, vino caliente ¡menuda sensación de confort!

Otros nos quejamos del frio de invierno pero también el aire fresco trae olor,  ¿has olido la nieve alguna vez?

Además, ahora voy a sorprenderte con algo que quizás nunca habías reflexionado… el olor a regalos y envoltorios, el papel, las cintas, los productos de belleza de dentro de los paquetes, las etiquetas, el cartón, es un olor que solemos relacionar con la emoción de sorpresa.

Y para finalizar. el olor a incienso, a velas navideñas, a cera o madera quemada. Es fácil que nos conecten la religión, el recogimiento, como algo más acogedor para el alma.

Os deseos a todos una feliz navidad.

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