DISFUNCION EN LA GLÁNDULA TIROIDEA
DERIVA EN… ENFERMEDAD DE GRAVES (hiper) O HASHIMOTO (hipo)
Tras la pandemia se ha observado un alto índice en trastornos de enfermedades autoinmunes, entre ellos la alteración del funcionamiento correcto de la glándula tiroidea.
La enfermedad de Graves es un trastorno autoinmune que afecta la glándula tiroides, generalmente causando hipertiroidismo. En esta condición, el sistema inmunológico produce anticuerpos llamados anticuerpos estimulantes del receptor de tirotropina (TRAb), que estimulan la tiroides a producir más hormonas tiroideas de las que el cuerpo necesita.
Síntomas comunes de la enfermedad de Graves:
Pérdida de peso inexplicada.
Aumento del ritmo cardíaco (taquicardia).
Nerviosismo, irritabilidad o ansiedad.
Temblores en las manos.
Fatiga o debilidad muscular.
Sensibilidad al calor.
Ojos prominentes o hinchados (exoftalmía).
Problemas para dormir.
Tratamiento:
Medicamentos antitiroideos para bloquear la producción de hormonas tiroideas.
Yodo radiactivo para destruir parcialmente el tejido tiroideo.
Cirugía en casos más graves o si otros tratamientos no son efectivos.
Por el contrario, la causa exacta de la enfermedad de Hashimoto no está completamente clara, pero se cree que una combinación de factores genéticos, ambientales y hormonales puede desencadenar la enfermedad. Factores como infecciones virales, estrés o una predisposición genética pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad.
Los síntomas de la enfermedad de Hashimoto suelen desarrollarse lentamente y pueden ser sutiles al principio. Algunos de los más comunes incluyen:
Fatiga o cansancio extremo
Aumento de peso inexplicado
Sensibilidad al frío
Estreñimiento
Piel seca
Caída del cabello
Depresión
Dolores musculares o articulares
Hinchazón en la cara
Voz ronca
Ciclos menstruales irregulares o más abundantes
Tratamiento
El tratamiento principal para la enfermedad de Hashimoto es el reemplazo hormonal tiroideo. Esto implica tomar una forma sintética de la hormona tiroidea (levotiroxina) para normalizar los niveles hormonales y restaurar el funcionamiento adecuado del metabolismo. En algunos casos, es necesario ajustar la dosis según los niveles de TSH y los síntomas del paciente.
El tratamiento suele ser de por vida, y es importante realizar un seguimiento regular para ajustar las dosis del medicamento, ya que los requerimientos hormonales pueden cambiar con el tiempo.
Desde la naturopatía sabemos que la glándula tiroidea es la que consume más selenio y si vamos faltos puede alterar además nuestro sistema cardiovascular, autoinmune y respiratorio (en casos de asma).
La curva del selenio es es U, es decir, si vas corto mal y si vas sobrepasado también, de ahí un control médico que supervise los niveles.
Además, hay que tener en cuenta que si vamos faltos de vitamina E y calcio el selenio puede absorberse como es debido.
El diagnóstico de ambas se realiza a través de análisis de sangre y orina que miden los niveles de hormonas tiroideas y anticuerpos específicos, y en algunos casos se pueden realizar pruebas de imagen para evaluar la función de la tiroides.
En ambos casos es importante que el diagnóstico sea ejecutado sólo por un médico, así como el tratamiento y control.