El masaje aromático es un masaje más relajante, suave, lento y superficial que el masaje habitual.
Si se fricciona la piel con un aceite esencial, las moléculas que lo componen se vuelven solubles en las grasas de la piel, atravesando con rapidez las capas externas y alcanzando los capilares sanguíneos. Cuando se emplea un aceite esencial en una zona dolorida, éste actúa en el órgano que se encuentra bajo la piel, gracias a su elevadísimo poder de propagación. Al mismo tiempo alcanzará a través de la sangre el resto de zonas corporales y se difundirá por todas las células, revitalizándolas, tonificándolas, aumentando las defensas inmunológicas sin olvidar el efecto que produce el aroma cuando se comunica con nuestro cerebro a través del olfato.
La continuidad del masaje, los movimientos armónicos , sin cortes bruscos, el silencio, el aroma… harán que disfrutes de un estado de calma y relajación.