Holistic Mans i Aromes, expertos en Aromaterapia

En el 2008 como cualquier otro estudiante de mi promoción, por aquel entonces la aromaterapia formaba parte de tantas asignaturas para obtener nuestra titulación relacionadas con las terapias manuales. Yo en esos momentos lo vi como… así cuando demos un masaje relajante, pues… olerá bien.

Pues… no, no fue así, en absoluto, tuve la gran suerte de que su formadora junto con esos frasquitos que olían tan bien “zarandearon algo en mí”, desde entonces no me he separado de la aromaterapia y no creo que lo haga hasta el fin de mis días. No he vuelto a utilizar colonias, ni perfumes y sigo entrenando a mi olfato para que deseche cualquier sintético.

“La aromaterapia me gusta, me sorprende, me apasiona, es armoniosa, juguetona, sencilla…”

Pero os contaré una pequeña anécdota que fue realmente el detonante de lo que me ha llevado hasta los días de hoy.

En mis andares de estos últimos trece años que no han sido pocos… trabaje en un centro de masajes y había una clienta que su espalda se resistía a mis manipulaciones. Allí, en ese centro, los masajistas ya teníamos preparados fijos y embotellados de aceites para usar en las sesiones (el relajante, el muscular, el circulatorio etc.…) y se me ocurrió un día hacer uno propio, es decir, hice una mezcla con aceite vegetal y dos aceites esenciales para la sesión de aquella semana para aquella persona, con mucha tenacidad, esperanza y con el limitado conocimiento de aquellos años.

Al poco rato de empezar la sesión, me dice la clienta… este olor…. Ahhh “como me recuerdan a las galletas de mi abuela” y esa espalda, y esas contracturas hicieron bluffff, todo ese tejido se relajó, se soltó y extremadamente sorprendida me dije …” África, aquí ha pasado algo, no se el que, pero ha pasado algo entre el olor, el dolor y   la persona”. Esa cliente me comento la conexión que había tenida con su abuela y su apoyo en un momento extremadamente importante de su vida con la CASUALIDAD de que su hijo se encontraba en esa MISMA situación actualmente, lo cual le producía angustia, miedo y tensión dolor en el pecho que se reflejaba en la zona dorsal de la espalda.

Como dijo una vez un perfumista…

 “Sus notas aromáticas tienen el arte de mezclar harmónicamente cabeza, corazón, cuerpo”

A fecha de hoy sigo formándome con los mejores, los que van por delante, aquellos que nos llevan ventaja, que nos acompañan y que nos incitan a descubrir nuevos caminos e investigaciones dentro de este campo con el mayor conocimiento y respeto que se merece.

Solamente durante este largo periodo, tuve una crisis porque no se me terminaban de ajustar algunas formaciones a mis expectativas y me dije…. pues lo dejo, ya no busco más…. hasta que otra vez, la VIDA ME DIO OTRO MENSAJE, una tarde buscando un libro de anatomía en mi biblioteca profesional, me cayó del estante un libro, su título era “Aromaterapia Sagrada” de Enrique Sanz Bascuñana, un libro que me dejaron en el 2011 y que recuerdo no haber entendido demasiado el contenido pero que por alguna razón que sólo yo no sabía decidí guardarlo ahí, en mi biblioteca, ¡ni me acordaba!  y … así encontré lo mejor de lo mejor para seguir formándome.

>> Entrevista en la revista Cuerpo y Mente.